jueves, 18 de diciembre de 2008

Dia mundial de los humedales


El 2 de febrero es el Día Mundial de los Humedales (DMH), en él se recuerda la fecha en que se creó la Convención de Ramsar –también llamada Convención sobre los Humedales, el 2 de febrero de 1971 y la importancia de estos ecosistemas únicos. Desde 1997 todos los años, organizaciones no gubernamentales, grupos de ciudadanos y organismos oficiales han aprovechado la oportunidad para destacar en este día la importancia de los humedales como fuentes de agua, control de inundaciones y sequías, y reservorios de diversidad biológica y cultural, entre otras irremplazables funciones.
El lema propuesto por la Convención Ramsar para el DMH 2009, “Aguas arriba, aguas abajo, los humedales nos conectan a todos”, recoge la idea de que todos estamos interconectados dentro de la cuenca hidrográfica donde vivimos, de cómo repercuten en nosotros las actividades de quienes están aguas arriba y de cómo nuestras actividades repercuten en quienes viven aguas abajo.
El tema para el 2 de Febrero de 2009 es entonces la relación entre los humedales y las cuencas hidrográficas. Partiendo de que todos vivimos en una cuenca. Las cuencas hidrográficas, que también se conocen como cuencas de drenaje, cuencas de captación o cuencas hídricas, son el territorio que recoge el agua de lluvia o de deshielo y la conducen a un mismo río o lago: por ejemplo cuenca del río de la Plata o Cuenca del Plata, cuenca del Amazonas, cuenca del Meckong, etc.
Esperamos que el próximo Día Mundial de los Humedales, 2 de febrero de 2009 o una fecha cercana a él, sirva de oportunidad para reflexionar sobre los humedales de nuestro entorno y las interconexiones que mantiene con el agua, las especies animales y vegetales, y la gente, examinando cómo beneficia el humedal al ambiente y a las comunidades. Y también, claro está, cómo influyen en el humedal las actividades que se llevan a cabo en toda la cuenca hidrográfica, aún en lugares distantes.
Las amenazas
Por ejemplo la expansión de la frontera agrícola y los desmontes en el norte de la Argentina están cambiando la manera en que escurre el agua y lo que ocurre con los sedimentos en los ríos Pilcomayo y Bermejo, afluentes del Paraná.
Las represas de Itaipú y de Yacyretá juntas han destruido el 44% del área de reproducción –en gran parte humedales- de los surubíes, los peces más grandes del Paraná. Como los surubíes migran grandes distancias el impacto se hace sentir varios cientos de kilómetros aguas abajo, con una gran merma de estos peces.
Las represas que se construyen en la alta cuenca del río Uruguay o en la cuenca del río Iguazú cambian los caudales y los pulsos hídricos de estos ríos afectando la vida de los humedales y de la gente que están muchos kilómetros aguas abajo.
Según algunos expertos, las más importantes amenazas a las cuencas hídricas y los humedales, por el impacto que causan, son las seis siguientes: las represas y la infraestructura, la extracción excesiva de agua, el cambio climático, las especies invasoras, la pesca excesiva y la contaminación –señala la Convención de Ramsar.

La mayoría de quienes lean esta nota conocen los desafíos que plantea el manejo de las cuencas y, en particular, el lograr que los encargados de la planificación tengan en cuenta los humedales, el abastecimiento de agua dulce en cantidad y calidad, la conservación de los recursos pesqueros, la seguridad frente a sequías e inundaciones, entre otros aspectos cruciales.
La Convención Ramsar ha puesto mucha energía a lo largo de muchos años para dar orientaciones sobre cómo manejar las cuencas hidrográficas ya que se trata de una cuestión realmente vital: la buena gestión de un humedal puede verse contrarrestada rápidamente por decisiones erróneas acerca de cómo manejar el agua en la cuenca.
Fuentes: Convención de Ramsar y Prensa/Comunicación Proteger